jueves, 15 de marzo de 2007

de cuando iban a ver a la pantera enjaulada

La infancia de Cristian y Óliver no fue infeliz, ni injusta. Fue la mejor que podrían tener según cuentan. No considera opulencia ni ausencia absoluta de privaciones. Las cosas más pequeñas los hacían tan felices. Ir cualquier fin de semana al texcal podía ser de los mejores días que podrían pasar. Depués de nadar toda la mañana Óliver moría de hambre y dada su recurrente inapetencia eso hacía muy feliz a su mamá. Al terminar de comer Cristian pedía permiso para ir a ver a la pantera. Él siempre encontraba cosas interesantes. Él siempre sabía a donde ir, que ver, Cristian cuidaba de Óliver todo el tiempo.

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